Adaptar hogar para mayores
A medida que nuestros seres queridos envejecen, van perdiendo su autonomía y tienen mayor dificultad para moverse y realizar sus tareas cotidianas. En el caso de la persona mayor que vive en su casa, será necesario adaptar su vivienda para garantizar la máxima seguridad y comodidad, en función de las necesidades de la vejez.
Uno de los errores más habituales consiste en no planificar con suficiente antelación las reformas que necesita la vivienda para adaptarla a las necesidades de las personas mayores, de modo que solo se toman en cuenta, cuando el anciano ya ha sufrido una caída o un accidente dentro del hogar.
Una lesión, aunque sea mínima, a esta edad podría tener graves consecuencias para una persona mayor y desencadenar otros problemas de salud. Es por ello que hay que adecuar la vivienda cuanto antes.
Algunas de las medidas básicas que hay que poner son:
– Eliminar los obstáculos que dificulten el paso y la movilidad de los ancianos.
– Todas las habitaciones deben estar perfectamente iluminadas para facilitar una buena visión y evitar el riesgo de caídas.
– Prestar atención a las alfombras que estén por la casa y poner antideslizantes de goma debajo de ellas y en lugares donde el suelo pueda provocar una caída a causa de un resbalón.
– Cambiar las escaleras por rampas o por ascensores. Quizá esta sea la más importante, puesto que la mayoría de las personas mayores no pueden subir escaleras y, aunque puedan, tienen un riesgo muy alto de poder caerse y tener un desenlace fatal.
Los ascensores son una excelente opción para mejorar la accesibilidad y movilidad de los adultos mayores que tienen hogares con varias plantas, puesto que permite moverse de una planta a otra sin ningún problema y de manera fácil y sencilla.
Nuestros ascensores de uso particular tienen un diseño discreto y se desplazan entre plantas de una forma fluida y silenciosa. Están totalmente adaptados para personas mayores, disponiendo de elementos de control ergonómico con un sencillo accionamiento.
Por otro lado, existen las plataformas elevadoras salvaescaleras. En función de su desplazamiento podríamos dividirlas en plataformas salvaescaleras y salvaescaleras verticales.
– Plataformas salvaescaleras: se desplazan siguiendo el recorrido y forma de la escalera. Es decir, se instalan sobre la misma.
– Salvaescaleras verticales: aunque guardan cierto parecido con las plataformas, este tipo de elevador se desplaza de manera vertical, requiriendo un espacio aparte de la escalera para su instalación.
Los dos tipos de plataformas elevadoras están totalmente adaptadas tanto para personas que se desplazan en silla de ruedas, como para personas con movilidad reducida, a las que les cuesta subir y bajar escaleras con normalidad.
Su desplazamiento es suave y progresivo, sin saltos bruscos, lo que facilita aun más su utilización de la manera más autónoma posible.
Además, es posible la instalación de una banqueta plegable que permita su uso de manera más cómoda para aquellas personas que no utilizan silla de ruedas.
Por otro lado, los sistemas de seguridad incluyen sensores anti obstáculos y anti atrapamiento que, junto con los brazos plegables, en el caso de las plataformas o las protecciones a media altura, en el caso de los salvaescaleras verticales permiten un funcionamiento seguro y sin sobresaltos.