Ascensores VS Elevadores: definiciones y diferencias
Los ascensores y los elevadores son dos máquinas que, aunque solemos ver de modo similar, se diferencian en varios aspectos. De hecho, seguro que has utilizado ambos términos para referirte a la misma máquina, como si fueran sinónimos. Sin embargo, existen algunos factores para distinguirlos de forma inequívoca.
¿Qué diferencias existen entre ascensores y elevadores?
La clave para diferenciar entre uno y otro reside en las definiciones que se establecen en las normativas vigentes. En el caso de un ascensor, se trata del aparato instalado de forma permanente en edificios o construcciones que sirve para subir de un nivel a otro. El habitáculo se desplaza a través de unas guías rígidas. Transporta personas, llevando también objetos solo en el caso de estar preparado para tal fin.
Por su lado, los elevadores serían diferentes tipos de máquinas que permiten llevar tanto personas como objetos, pero que no poseen un habitáculo. Por ello, no requieren de una grúa que se encargue de realizar la elevación.
Este es el caso de las escaleras mecánicas, los elevadores instalados en medios de transporte o los trenes cremallera. Además, tampoco entrarían dentro de la categoría de ascensor los aparatos que discurran en una escalera o rampa, ni aquellos que salvan una distancia menor a dos plantas en un edificio.
Las diferencias fundamentales
La principal diferencia es la velocidad de desplazamiento. Los ascensores, por regla general, superan los 0,15 metros por segundo; mientras que los elevadores no lo consiguen. El porqué de este diferente ritmo está ligado directamente a la seguridad. Por ejemplo, una escalera mecánica que se desplazara demasiado rápido sería muy difícil de utilizar, especialmente para personas con algún problema de movilidad o equilibrio.
Tampoco tienen por qué salvar la misma distancia. Un ascensor puede moverse entre varios pisos, mientras que generalmente un elevador lo suele hacer dentro del mismo o entre menos de dos.
Esto hace que ambos tipos de máquina puedan utilizarse en diferentes ámbitos. Además, nada impide que se complementen al ofrecer varias rutas de acceso a un mismo punto.
La capacidad de carga también es un punto de divergencia. Un elevador puede mover una mayor carga y de forma continua. Una vez más, si te fijas en una escalera mecánica, puede estar albergando a decenas de personas. Sin embargo, un ascensor no podrá desplazar tanto peso, al menos los modelos más convencionales. Esto se debe al mecanismo de acción de cada uno.
Gracias a la instalación de ascensores podemos salvar grandes distancias sin problemas y acceder a edificios de gran altura. Eso sí, debemos tener en cuenta que son diferentes de un elevador, el cual requeriremos solo para ciertas funciones. De todos modos, ambas máquinas sirven para ahorrar tiempo y esfuerzo en desplazamientos verticales.