Cómo mantener correctamente un salvaescaleras

Los salvaescaleras son una excelente solución de accesibilidad para personas con movilidad reducida o algún tipo de incapacidad física. Pueden presentarse como sillas, sobre las cuales las personas suben sentadas, o plataformas capaces de elevar, por ejemplo, sillas de ruedas.

Estos mecanismos, plenamente adaptables, son instalados con cada vez más frecuencia por empresas especializadas en domicilios particulares y espacios de uso común dentro de edificios de viviendas y de oficinas.

mantener-correctamente-salvaescalerasAl contrario que los ascensores y otros sistemas de elevación, la normativa vigente de las sillas y plataformas salvaescaleras no exige la necesidad de contratar un plan de mantenimiento. Sin embargo, no hace falta recordar lo aconsejable que resulta disponer de un plan de mantenimiento ante cualquier incidencia que pueda ocurrir. Al igual que la instalación del sistema, deberá siempre ser realizado por una empresa especializada en estos sistemas.

Lo cierto es que, en el campo de la accesibilidad, los planes de mantenimiento de salvaescaleras son una novedad relativa. Hasta hace unos años, el uso de una plataforma o una silla salvaescaleras era muy puntual puesto que no existía la creciente conciencia social de hoy en día respecto a la accesibilidad universal y la eliminación de las barreras arquitectónicas. Además, el precio era mucho más elevado, por lo que pocas personas podían permitirse uno de estos sistemas.

Si existe un aspecto que una silla salvaescaleras o una plataforma sube-escaleras debe garantizar, sin duda no se trata de otro que la seguridad. Por ello, la contratación del plan de mantenimiento a cargo de una empresa especializada nos garantizará que las instalaciones se encuentren siempre en las mejores condiciones.

Contratar un mantenimiento de salvaescaleras nos permite alargar la vida de nuestra solución salvaescaleras. Además, el precio por mantenimiento preventivo es bastante inferior comparado con el de un elevador o ascensor, así como con el posible precio de una avería grave provocada por la falta de mantenimiento y revisión.

Generalmente, el mantenimiento preventivo de las sillas y plataformas salvaescaleras, consta de los siguientes 4 apartados:

  1. Comprobación de los puntos de seguridad, comprobando que no exista ninguna pieza en mal estado o que se encuentre aflojada o desencajada en los puntos clave de seguridad de la silla salvaecaleras;
  2. Limpieza y engrase de las partes móviles, con el objetivo de evitar parones, atascamientos de piezas y un movimiento suave;
  3. Regulación de los mecanismos, garantizando en todo momento que estos se encuentran en las condiciones necesarias para un correcto funcionamiento.
  4. Revisión de los componentes electrónicos.

Por último, es necesario recordar que el plan de mantenimiento escogido para nuestro salvaescaleras debe tener siempre en cuenta la normativa vigente, que en este caso es la Directiva 2006/42/CE del Parlamento Europeo de Máquinas.

Los riesgos de un ascensor sin un buen plan de mantenimiento

El mantenimiento de ascensores es una tarea fundamental, ya que su uso diario puede producir el desgaste de sus componentes, así como sufrir averías o roturas. El servicio de mantenimiento, llevado a cabo por una empresa especializada, no solo permitirá garantizar la calidad en el estado de las instalaciones, sino también la seguridad de todas las personas que lo utilizan.

Desgaste de los componentes

El desgaste de algunos componentes puede, poco a poco, transformarse en un peligro para los usuarios, pudiendo aumentar el riesgo de accidente si se averían piezas clave como aquellas adheridas a cerraduras de puertas, interruptores de seguridad, sistemas de alarma, parada de emergencia, freno o el limitador de velocidad.

Estos desgastes se deben a que los elevadores ­–de comunidades de vecinos y edificios de oficinas y comerciales, principalmente– realizan rutinas diarias de funcionamiento de casi 15 horas al día, cerca de 1.200 ascensos y descensos a una velocidad promedio de entre 8 y 12 km/h.

Averías y Roturas

El desgaste de los componentes por su uso diario, sin realizarse las correspondientes revisiones periódicas, generalmente provocará pequeñas averías que pueden derivar en roturas que requieran sustituir las piezas por completo, y de esta forma, asumir importantes gastos de reparación, mucho mayores que una cu­­ota de mantenimiento. Además, estas roturas no solo supondrán un problema en el aspecto económico sino también en la comodidad de los usuarios, que no podrán utilizar el ascensor mientras se realice la reparación.

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Por ello, el proceso de mantenimiento de tu ascensor no se debe confundir con un proceso exclusivo de reparación. Es importante realizar las revisiones periódicas estipuladas en la normativa vigente.

Los plazos que rigen la revisión periódica están en función del tipo de ascensor:

  • Ascensores instalados en edificios de uso industrial y lugares de pública concurrencia: cada dos años.
  • Ascensores instalados en edificios de más de veinte viviendas o con más de cuatro plantas servidas: cada cuatro años.
  • Ascensores no incluidos en los casos anteriores: cada seis años.

¿Cómo favorecer que tu ascensor se encuentre en un estado óptimo?

Una de las primeras pautas es que las personas que utilizan el ascensor a diario sigan las normas de comportamiento y utilización del ascensor. Estas normas pasan por sencillas instrucciones como no sobrepasar la cantidad recomendada de personas que utilicen el ascensor a la vez o no sobrepasar el peso máximo.

No utilizar el ascensor para cargar y descargar muebles grandes, puesto que seguramente superemos la capacidad máxima de peso establecido, si no que además tendremos muchas posibilidades de golpear las puertas.

Es imprescindible cuidar las puertas del ascensor, ya que éstas suelen generar la mayoría de las averías que se producen los ascensores. Por ello, debemos utilizarlas con precaución y evitar forzarlas o abrirlas antes de que el ascensor se haya detenido por completo.

Normativa de los montacargas: ¿está adaptado a la ley vigente?

Toda superficie industrial o comercial que cuente con varios niveles, necesitará disponer de un sistema para mover verticalmente las mercancías. A estos aparatos de elevación los llamamos montacargas y están sujetos a una normativa específica.

¿Qué son los montacargas?

Antes de examinar la normativa, debemos tener clara la definición de montacargas. Se trata de máquinas auxiliares, accionadas por motores eléctricos o grupos hidráulicos. Estos aparatos pueden destinarse al transporte de mercancías únicamente, o bien al transporte mixto de mercancías y personas. Para cada tipo de montacargas existen normas específicas que se deben observar para garantizar la seguridad de las personas y la durabilidad de las instalaciones.

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La normativa aplicable

Si los montacargas están destinados al transporte parcial de personas, entonces y como todos los sistemas y aparatos de elevación, quedarán sujetos a lo indicado en el RDL 2291/1985 así como en las posteriores modificaciones, reglamentos, anexos y transposiciones de la normativa común. Deberán superar las Inspecciones Técnicas Obligatorias según el calendario marcado por la ley y por la Comunidad Autónoma donde esté instalado. Igualmente, tras una modificación importante o un incidente con daño a personas o bienes.

Si el montacargas únicamente ejerce su función con bienes materiales, deberán observarse los artículos del RDL 1215/1997 por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, que es una continuación de la legislación en materia de Prevención de Riesgos Laborales.

Tal y como reza el articulado, este Real Decreto tiene por misión establecer “las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización de los equipos de trabajo empleados por los trabajadores en el trabajo”.

A este efecto, el texto se cierne sobre cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizado en el trabajo. Los montacargas quedarían, evidentemente, incluidos en esta segmentación.

Las obligaciones del empresario

La ley que atañe a los montacargas indica que el empresario siempre deberá tratar de minimizar los riesgos inherentes a la utilización de este tipo de aparatos. En definitiva, se trata de evitar que las personas que deben hacer uso de ellos corran riesgos que pueden mitigarse con una correcta comprobación.

Para esto, es fundamental un buen mantenimiento periódico de la instalación.

Por eso, insta a los empresarios a “adoptar las medidas necesarias para que estos equipos de trabajo estén sujetos a comprobaciones y, en su caso, pruebas de carácter periódico, con objeto de asegurar el cumplimiento de las disposiciones de seguridad y de salud”.

Por otra parte, existe una obligación de formar a los trabajadores en el uso de los montacargas, así como de informarles acerca de la necesidad de prestar la atención necesaria, incluso cuando no estén haciendo un uso explícito de los mismos.

Las averías más frecuentes de las puertas de garaje se pueden evitar

El uso inadecuado de las puertas de garaje automáticas, así como un mantenimiento deficiente y el deterioro propio del paso del tiempo son los causantes más frecuentes de las averías de estos sistemas. Aunque los mecanismos de apertura y cierre están cada vez están más perfeccionados y emplean materiales más eficientes, lo que permite reducir al máximo las averías, las puertas de garaje pueden sufrir deterioros y roturas.

El primer paso para prevenir los problemas más frecuentes de las puertas de garaje (atoramientos, atascos, fallos y averías en el motor, etc.) es efectuar un sencillo mantenimiento, que nos evitará problemas mayores y abultadas facturas de reparación.

Puertas automáticas que no abren

Es un error muy típico y está motivado generalmente por dos causas:

  • Un fallo en el mando con el que abrimos la puerta
  • Un error en el dispositivo receptor de la señal

Es fundamental que no se intente forzar la puerta y accionarla de forma manual, pues podría agravar el problema a solventar. Ambos casos deben ser revisados por alguien experto una vez constatado que la batería del mando, si la lleva, está cargada. 

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Falta de engrasado

Las deficiencias en el mantenimiento de la puerta automática y un incorrecto engrase de sus mecanismos pueden hacer que las piezas móviles chirríen. Además, si algún engranaje ha sufrido desplazamientos de los lugares donde deben estar colocados, pueden sonar pequeños golpes o traqueteos. En este caso, se trata de una tarea que podemos realizar nosotros mismos con las indicaciones del instalador. La falta de lubricación es uno de los problemas más frecuentes y derivan en la rotura de las pequeñas piezas que conforman la cadena. Llevando a cabo este pequeño trabajo, evitaremos los problemas relacionados.

Cómo actuar en caso de avería

Aunque cada problema exija una actuación diferente, todas pasan por ponerse en contacto con el instalador de nuestra puerta. Si tenemos contratado un servicio de mantenimiento es muy probable que este incluya un servicio de reparaciones 24 horas, dado que las puertas de garaje son un dispositivo de uso diario intensivo y cuya reparación no puede esperar.

Procura tener a mano el modelo de puerta/motor que te instalaron y que figurará en la factura. Describe con toda la precisión que puedas cuál es el problema a tratar y si has percibido algún uso extraño en los días anteriores y confía en su criterio para la reparación.

Ascensores en viviendas unifamiliares: así debe ser su mantenimiento

Pese a no ser el tipo de ascensor mas solicitado, las viviendas unifamiliares pueden disponer de ascensores que permitan a los inquilinos desplazarse por las distintas plantas de la casa sin necesidad de emplear las escaleras.

Generalmente, este tipo de ascensores son solicitados cuando uno o varios miembros de la familia no pueden utilizar las escaleras con facilidad. Aunque puede haber diversos casos, en su gran mayoría se trata de personas que necesitan una silla de ruedas para desplazarse o personas mayores que no pueden hacer uso de las escaleras de manera sencilla. Por ello, lo mejor es adaptar la vivienda a las propias necesidades de la familia, haciendo uso de un ascensor privado.

Desde 2015, es obligatoria la inscripción de todos los sistemas de elevación en el R.A.E. (registro de aparatos elevadores), siendo el titular del registro el responsable de que se cumpla la normativa.mantenimiento-viviendas-unifamiliares

Por ello, a pesar de ser un ascensor de uso privado, este tipo de ascensores, al igual que los de cualquier otro edificio, necesita tener contratado un servicio de mantenimiento. Sin embargo, por sus características, requerirán un mantenimiento más sencillo y con una periodicidad mayor en sus revisiones que los de grandes inmuebles comerciales o residenciales.

Según la normativa UNE-EN_81-41, el mantenimiento deberá realizarse cada cuatro meses para los ascensores que no superen los 0,15 m/s, velocidad que este tipo de instalaciones nunca supera.

Otro elemento que deberemos tener en cuenta, es que el tipo de residencia no influirá en la periodicidad del mantenimiento, es decir, que ya se trata de una residencia permanente o ocasional, el mantenimiento deberá realizarse del mismo modo cada cuatro meses.

A parte, los ascensores instalados en viviendas unifamiliares deberán ser inspeccionados por organismos de control autorizados cada 6 años con el fin de comprobar que se mantienen en las condiciones de seguridad adecuada.

Como en el resto de instalaciones de ascensores, la prevención será un factor determinante en el mantenimiento del ascensor, evitando que una pequeña avería se convierta en un gran problema.

Seguridad en la instalación y mantenimiento de ascensores

La seguridad es uno de los aspectos más importantes en cualquier tarea relacionada con la instalación o mantenimiento de ascensores. Siendo un sistema de transporte tan utilizado en viviendas particulares y edificios de oficinas, todos los componentes deben ser de la máxima calidad y estar cuidados para que, en caso de necesidad, no se produzcan fallos.

La normativa relativa a la seguridad de los ascensores es extensa y estricta. El trabajo del conjunto del sector, así como de las autoridades públicas han favorecido que, hoy, los sistemas de elevación sean el método de transporte más seguro que existe.

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Si bien las posibilidades de sufrir un accidente en un ascensor nunca son nulas, sí puede decirse que están absolutamente minimizadas y que las averías raramente revisten gravedad. Son muy contados los casos en los que se deben lamentar daños más allá de los puramente materiales.

En el caso de los ascensores antiguos, hay que destacar y recordar que, como todos los demás, son sometidos a inspecciones periódicas y a revisiones frecuentes de mantenimiento. Durante estas prácticas, suelen detectarse aquellos problemas que pueden resultar en un riesgo para las personas que lo utilizan.

La ley obliga a dotar a todas las cabinas y sistemas de ciertas medidas de seguridad que ayudarán a mitigar los daños en el caso de accidente.

Paracaídas de seguridad del ascensor

Si un ascensor sobrepasa la velocidad de bajada establecida, se activa automáticamente el paracaídas; que provoca una frenada paulatina del ascensor. No se trata de un paracaídas al uso, sino de un sistema para-caídas.

Bloqueo de puertas

Este sistema impide la apertura de las puertas cuando el ascensor se encuentra en proceso de ascenso o descenso, impidiendo que algún usuario pueda salir de éste durante el movimiento. En el caso de avería, es fácil desactivar este bloqueo para el rescate de los usuarios.

Petición de socorro e interfono

El dispositivo de petición de socorro permite solicitar el rescate desde el interior de la cabina y comunicarse con la empresa encargada del mantenimiento. Actualmente es obligatorio que todos los ascensores dispongan de teléfono de petición de socorro y el rescate debe efectuarse en un plazo corto, también establecido por la Ley.

Amortiguadores de final de recorrido

Los amortiguadores de final de recorrido se encuentran en los límites superior e inferior del recorrido, y sirven para reducir suavemente la velocidad de la cabina cuándo esta llega a su fin.

Fotocélulas y bordes sensitivos

Estos sensores evitan accidentes durante el cierre de las puertas automáticas.

Cómo se realiza el mantenimiento de un montacargas

Una vez finalizado el proceso de instalación, es indispensable tener contratado un servicio de mantenimiento de montacargas. Este servicio deberá cubrir pequeñas reparaciones referentes al aspecto o pequeñas averías del montacargas, así como revisiones periódicas que permitan garantizar la seguridad de las mercancías, del edificio y de los usuarios. Existen dos tipos  principales:

Preventivo

El mantenimiento preventivo es aquel que se realiza regularmente para anticipar posibles errores en un montacargas, así como identificar aquellas piezas que sufren mayor desgaste.

Se inspecciona de manera constante el estado de las piezas internas del montacargas, de tal manera que se pueda identificar y eliminar aquellos problemas menores, permitiendo usar el montacargas al 100% de su capacidad.

El primer mantenimiento preventivo se debe realizar una vez cumplidas las primeras 50 horas de trabajo (en los equipos nuevos). Durante este primer mantenimiento se realiza el cambio de aceite de fábrica por aquel con el cual la máquina empezará a trabajar regularmente.

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A partir de este momento se recomienda llevar a cabo un mantenimiento preventivo cada 250 horas de uso, durante el cual se revisa minuciosamente el sistema eléctrico, el sistema hidráulico, sistema de encendido; también se realiza el cambio de aceite y de filtro de aceite del motor. Una vez llegado a las 500 horas, se agrega a estos el cambio de filtro de aire.

Este sistema se repite hasta llegar a las 1.000 horas de trabajo. Este mantenimiento demanda un mayor grado de trabajo y recambio de piezas. Se cambian bujías, filtro de aire, limpieza del sistema de frenos, cambio de aceite y filtro hidráulico.

Correctivo

Este tipo de mantenimiento busca reparar los fallos que presenta el montacargas y que pueden surgir del desgate normal de las piezas, de la ausencia de mantenimientos preventivos o de errores provocados durante las operaciones diarias. Este tipo de mantenimiento no está sujeto a ninguna periodicidad específica.

Su incidencia puede bajar considerablemente siempre y cuando los mantenimientos preventivos se realicen periódicamente según lo establecido por el fabricante de su equipo.

Ascensores en comunidades de vecinos: así debe ser su mantenimiento

El ascensor de una comunidad de vecinos es un tipo de instalación que debe garantizar unos estándares muy altos de calidad de servicio y seguridad de las personas que lo utilizan cada día. Por ello, estos sistemas de elevación, están sometidos a una intensa regulación y a planes de mantenimiento muy concretos.

Además, su instalación y uso también puede afectar a las estructuras arquitectónicas y urbanísticas, por lo que son varias las entidades que intervienen, cada una aplicando su propia normativa: en Madrid, Estado, Comunidad Autónoma y Ayuntamiento tienen cada uno su propia normativa respecto al mantenimiento y la revisión técnica de ascensores.

Los usuarios pueden favorecer activamente al mantenimiento del ascensor en su comunidad de vecinos con pequeñas acciones diarias como respetar el peso máximo que puede soportar el ascensor, cuidar las puertas del ascensor o llamar al ascensor pulsando el botón solamente una vez. Sin duda, la prevención será un factor determinante en el mantenimiento del ascensor, evitando que una pequeña avería se convierta en un gran problema.

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Respecto a las revisiones técnicas periódicas de un ascensor en una comunidad de vecinos, el Real Decreto 88/2013, de 8 de febrero, por el que se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria AEM 1 de “Ascensores” , establece:

  • Los ascensores instalados en de comunidades de vecinos de hasta seis paradas, que tengan una antigüedad inferior a veinte años deberán ser revisados con una frecuencia medio-alta.
  • Los demás ascensores instalados en comunidades de vecinos deberán ser revisados con una frecuencia alta.

En el caso de encontrarse defectos durante la inspección, los resultados serán clasificados como favorable, si se encontrasen defectos leves o desfavorable, si los defectos encontrados son graves o muy graves:

En caso de que el resultado sea favorable y sólo presente defectos leves, éstos serán reflejados en el certificado y se subsanarán antes de que se realice la siguiente inspección técnica.

Si de manera contraria, presenta defectos graves, éstos deberán ser corregidos en un plazo máximo de seis meses, cuando el ascensor será sometido a una nueva revisión técnica.

Si el ascensor presentase defectos muy graves, quedará automáticamente fuera de servicio hasta que se lleve a cabo su reparación. Una vez reparado, deberá someterse a una nueva inspección.

Mantenimiento de puertas de garaje: engrasado de cadenas y piezas

Las puertas de garaje motorizadas o automáticas nos aportan una gran comodidad en nuestro día a día, por eso la avería de las mismas nos puede provocar un perjuicio igualmente importante. Para prevenir los problemas más frecuentes de las puertas de garaje (atoramientos, atascos, fallos y averías en el motor, etc.) debe efectuarse un sencillo mantenimiento. El orden en este sentido nos evitará problemas mayores y facturas de reparación más abultadas.

Engrasado de la cadena

Una tarea que podemos efectuar nosotros mismos es el engrasado periódico de las distintas piezas que conforman el sistema de apertura y cerrado de la puerta de garaje. Si nuestra puerta es de tipo lateral, seccional o enrollable, lo normal será que disponga de una cadena o de una correa. Deberemos procurar que esté siempre limpia y, en el caso de tratarse de una cadena, de que esté siempre correctamente engrasada. La falta de lubricación es uno de los problemas más frecuentes y derivan en la rotura de las pequeñas piezas que conforman la cadena. Llevando a cabo este pequeño trabajo, evitaremos los problemas relacionados.

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Vías y rodamientos

En el caso de puertas de apertura lateral, es muy importante inspeccionar y mantener limpios los rodamientos y vías que facilitan la apertura y cierre de las mismas. Con un cepillo de cerdas duras, agua y jabón podremos despejar la suciedad que pueda encontrarse en esos huecos de difícil acceso. Antes de aplicar la grasa, es conveniente que quede todo bien seco. Evitaremos así posibles problemas por oxidación.

Automatismos hidráulicos

Por otra parte, en el caso de que nuestra puerta sea de tipo batiente, el automatismo será hidráulico. Aunque el mantenimiento debe ser llevado a cabo por un profesional, podemos asegurarnos de forma periódica de que no exista suciedad que pueda provocar un atasco al abrirse o cerrarse la puerta. Con un paño húmedo, deberemos frotar las distintas piezas del automatismo para conservarlas limpias.

 

5 claves para el mantenimiento de tu ascensor

Los ascensores son usados constantemente, por lo que los componentes se pueden desgastar o romper, convirtiendo el mantenimiento de un ascensor en algo primordial. Mantenerlo activamente previene descomposturas y que después cueste más dinero el arreglo, además de garantizar la calidad del servicio y la seguridad de los usuarios del ascensor.

Ahorro energético
Cuando hablamos de un correcto mantenimiento del ascensor, la eficiencia energética es otro de los aspectos clave que nos pueden ayudar tanto a mejorar el mantenimiento de un ascensor como a que el proceso sea menos costoso. La potencia eléctrica puede ser reducida si las luces se apagan automáticamente y no está siempre encendida. Por ello, un detector de presencia conseguiría que la luz solo se encendiese si hay alguien dentro del ascensor. A su vez, en edificios donde hay varios ascensores, tendemos a llamar a todos para conseguir que uno llegue lo antes posible. Llamar solo a uno de ellos reduce notablemente el gasto eléctrico y las futuras tareas de mantenimiento de los ascensores.

Ser resolutivo
Cuando detectamos cualquier pequeña anomalía en nuestro ascensor es importante contactar inmediatamente a la empresa con la que tenemos contratado el mantenimiento del ascensor. Esto evitará futuros problemas mayores, ya que cualquier pequeña avería puede acabar derivando en un gran problema, cuya reparación puede ser mucho más complicada y costosa.
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Prevención
El proceso de mantenimiento de tu ascensor no se debe confundir con un proceso exclusivo de reparación. Es importante realizar las revisiones periódicas estipuladas en la normativa vigente. Del buen funcionamiento del ascensor depende no solo la calidad de vida y comodidad de sus usuarios, sino también la seguridad de los mismos. Por ello, cualquier ascensor debe cumplir con creces los estándares de calidad y seguridad.

Ser responsable con las normas de uso
Es realmente importante respetar las normas de uso del ascensor, las cuales vienen siempre indicadas junto a los botones. La responsabilidad de los usuarios es clave para el buen mantenimiento de un ascensor. No sobrepasar la cantidad de personas o la capacidad del peso máximo establecido son dos aspectos claves para el mantenimiento y buen funcionamiento del ascensor.

Es aconsejable no utilizar el ascensor para la carga y descarga de mudanzas y escombros, pero en caso de realizarse, la limpieza del mismo corresponderá al vecino que lo uso con tales fines (en el caso de las comunidades de vecinos).

Cuidar las puertas
Las puertas suelen generar algunas de las averías más comunes en ascensores. Acciones como forzar las puertas o abrirlas antes de tiempo, así como tratar de abrir las puertas cuando la cabina no se encuentra en el piso deben ser evitadas a toda costa.

El correcto mantenimiento de un ascensor es una tarea crítica ya que de ella depende la seguridad de los usuarios y el ahorro en costosos procesos de reparación o sustitución de piezas. La adaptación del plan de mantenimiento a la normativa vigente (Comunidad de Madrid, Nacional, etc.) es otro factor determinante para su puesta al día.