Salvaescaleras y accesibilidad.

Barreras arquitectónicas, como eliminarlas y superarlas

Se denominan “barreras arquitectónicas” a aquellos obstáculos físicos que impiden que determinados grupos de población puedan llegar, acceder o moverse por un espacio urbano, un edificio o una parte de él. La existencia de una barrera arquitectónica supone un límite en los derechos de las personas al uso y disfrute de los espacios públicos y también de los privados. Se trata, sin duda alguna, de la barrera de accesibilidad más evidente a la sociedad.

No solo impiden la movilidad a las personas con discapacidad, sino también a otros grupos como las personas mayores, personas convalecientes o a las mujeres embarazadas. En España, la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, establece la obligatoriedad de eliminar las barreras arquitectónicas en el entorno urbano, las edificaciones y el transporte público para este año 2017.

Las barreras arquitectónicas deben ser eliminadas para garantizar los derechos de las personas con diversidad funcional, así como mejorar su calidad de vida, siguiendo ciertos criterios de Accesibilidad Universal. Existen diversas soluciones de accesibilidad, cada una acorde a una necesidad y presupuesto concretos. Sin embargo, por la facilidad de su instalación y su garantía de calidad y seguridad, las plataformas salvaescaleras y las sillas subeescaleras son las dos opciones más utilizadas en los últimos años.

Plataformas salvaescaleras

Tanto respecto a su apariencia como a su funcionamiento, presentan similitudes con un ascensor clásico. Su principal ventaja en relación a las sillas subeescaleras reside en que permiten cargar un peso mayor.

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Sillas subeescaleras

Su principal ventaja es que son 100% adaptables a cualquier tipo de escalera. Su único requisito básico es la necesidad de una toma de corriente próxima a su lugar de instalación. Otra de sus principales ventajas es el precio, siendo extremadamente rentables desde su adquisición. Por último, cabe destacar la facilidad de su colocación, ya que no se necesitan más de dos días para ser instaladas.

Ambos sistemas, una vez instalados, necesitan un correcto mantenimiento que permita garantizar la seguridad de los usuarios y la calidad de los sistemas, resultando clave en el ahorro en cuanto a futuras reparaciones y sustituciones de piezas.

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Salvaescaleras: Accesibilidad fácil para personas con movilidad reducida

Accesibilidad y sistemas de elevaciónsalvaescaleras-accesibilidad-facil

Cuando una rampa no basta, los salvaescaleras o subeescaleras son una solución de accesibilidad para personas con movilidad reducida o algún tipo de incapacidad física. Pueden presentarse como sillas, sobre las cuales las personas suben sentadas, o plataformas capaces de elevar sillas de ruedas u otros dispositivos de movilidad. Se instalan en domicilios particulares, así como en portales y espacios de uso común en edificios de viviendas y de oficinas.

Existen soluciones de accesibilidad y salvaescaleras de muchos tipos, de diversas marcas y formas; cada producto está indicado para una necesidad y presupuesto concretos. Algunas instalaciones pueden necesitar obra civil, normalmente en función de la altura que requiera el elevador.

Antes de tomar una decisión, conviene estudiar el espacio y las necesidades. Los presupuestos siempre deben estar elaborados desde una perspectiva técnica, ya que debe tenerse en cuenta las labores de ingeniería necesarias para el buen funcionamiento y mantenimiento de la instalación de y de los sistemas.

Plataformas salvaescaleras

Una solución que aporta un plus de seguridad son las plataformas elevadoras salvaescaleras. Una vez más, en función de la disponibilidad de espacio, pueden instalarse plataformas con más o menos opciones: paredes de seguridad, puerta de acceso, etc.

Se puede elegir el modelo en función del tipo de intrusión o espacio que ocupa y que se destina a la instalación del sistema. También son factores a tener en cuenta la comodidad, robustez, nivel de silencio, etc.

En cualquier caso, son un tipo de sistema que necesita de más obra e instalación que otros sistemas pero que, sin duda, ayudan a eliminar de una forma más completa las barreras arquitectónicas y de accesibilidad a las personas con algún tipo de discapacidad o de diversidad funcional.

Instalación y mantenimiento

La instalación de un sistema salvaescaleras debe realizarla una empresa cualificada y experimentada. Existen diversas opciones, por lo que conviene elegir una que posteriormente pueda ocuparse del mantenimiento del mismo (revisión del sistema mecánico, engrasado de las piezas, actualización de la electrónica, etc.). Hay que tener siempre en cuenta la normativa vigente, que en este caso es la Directiva 2006/42/CE del Parlamento Europeo de Máquinas.