La inclusión en una sociedad más accesible y tolerante
Ahora que ha empezado un nuevo año, es un momento para los buenos propósitos.
Pues para el 2019, deseamos una sociedad en la que el acceso a la educación, salud, vivienda y trabajo no sea un privilegio reservado sólo a algunos.
Deseamos que nuestra sociedad sea más inclusiva y solidaria con las personas con movilidad reducida (minusválidos, personas mayores, etc): tiene que acompañar las personas vulnerables para que puedan vivir con todo el mundo.
Si hacemos el foco en el tema de la vivienda, el acceso a la vivienda (y a, los comercios y a los espacios públicos) para las personas con movilidad reducida se facilita gracias a unas soluciones que eliminan las barreras arquitectónicas: rampas, salvaescaleras, elevadores verticales, etc. Son fundamentales para conjugar Movilidad e Independencia. Permiten ganar en autonomía, facilitar la movilidad y aportar seguridad.
Estas soluciones de accesibilidad, cuando se refieren a las viviendas, tienen un impacto aún mayor. En efecto, ofrecen a las personas con movilidad reducida la posibilidad de ejercer su libre elección entre quedarse en su residencia, buscar un centro de día, escoger una vivienda semi colectiva o una residencia para mayores o centro especializado. Esta decisión decisión es fundamental para cada persona, y más para este grupo de personas más vulnerables.
Desde Amsa, trabajamos día a día para la eliminación de las barreras arquitectónicas y la construcción de un mundo más inclusivo.
Ofrecemos soluciones personalizables, integradas en el entorno donde se instalan, que aportan una gran flexibilidad y no requieren apenas obra. Si quieres más información sobre nuestras soluciones de elevación vertical, pincha aquí.
¡Feliz año 2019!